En las clínicas y hospitales veterinarios los tiempos están cambiando muy rápidamente, y, por ende, la manera en la que gestionamos estas organizaciones. El personal es uno de los activos más valiosos de estas empresas, y, para obtener su compromiso frente a su trabajo en particular y a la organización en general, requerirá diseñar por parte del gerente de la clínica un plan de incentivos y de reconocimiento laboral.
Cuando un gerente veterinario reconoce a un trabajador su desempeño en el trabajo, trae consigo innumerables beneficios, desde fomentar el interés en adquirir nuevas responsabilidades, la voluntad de seguir desarrollándose en la empresa, reducir la rotación del personal o aumentar la productividad. Así pues, contrariamente a lo que algunos puedan pensar, valorar o mostrar reconocimiento a un trabajador que lo merezca no es ni mucho menos un síntoma de debilidad, todo lo contrario, es una de nuestras mejores fortalezas.
Una vez dispongamos de la capacidad para identificar este tipo de actitudes positivas de nuestros trabajadores frente a la empresa o sus clientes, nos obligará a desarrollar un plan de incentivos a modo de recompensa por el trabajo bien hecho, sobre todo si nuestro deseo es que éste se repita más veces.
“Una recompensa a modo de incentivo provoca una respuesta inmediata en el trabajador por querer repetir una y otra vez la tarea por la que se le ha premiado”.
¿Qué modelo de reconocimiento funciona mejor?
Si bien es cierto que es importante agradecer habitualmente la actitud positiva de un trabajador, esta felicitación servirá principalmente para reforzar un comportamiento en el día a día, de igual modo que cuando la actitud no es la adecuada es importante reprocharla para que no se repita (en este caso siempre tenemos que recordar hay que felicitar en público y recriminar en privado). Pero cuando hablamos de reconocimiento como una recompensa o premio por un trabajo bien hecho en el transcurso de un periodo de tiempo, mejor hacerlo pensando en su cuantificación económica.
Construye un presupuesto para incentivos
No nos cansaremos de insistir de la importancia que tiene realizar un presupuesto anual en nuestra clínica veterinaria, tanto para los gastos fijos como aquellos de carácter variable. En este sentido, los costes salariales de un trabajador serán considerados gastos fijos dentro de nuestro presupuesto, tratando los incentivos dentro de los gastos variables, ya que estarán condicionados a si se realizan o no una serie de acciones que redunden en una mejora de nuestra actividad comercial.
Conocer las motivaciones de nuestros trabajadores
Este ejercicio es básico para cualquier plan de incentivos, porque mientras un trabajador valore unos días más de vacaciones otro puede que necesite un complemento salarial. Tanto si hablamos de horarios flexibles, más días de vacaciones o una bonificación salarial por alcanzar un objetivo, todo debe ser cuantificado objetivamente y económicamente, con la finalidad que el valor percibido se justifique por sí mismo.
Algunas de las recompensas más solicitadas en este año 2020 han sido, flexibilidad horaria, días de descanso, promoción interna (relacionada con la mejora del puesto de trabajo), formación (relacionada con un interés particular del trabajador), mejora salarial o participación en proyectos de la clínica.
¿Cómo medir el rendimiento?
Medir la mejora del rendimiento en una clínica veterinaria es relativamente fácil, siempre y cuando cumplamos una serie de requisitos iniciales. En primer lugar todo trabajador debe disponer de un documento de desempeño, en el que se pueda observar su evolución en el tiempo. En el momento de su incorporación al trabajador se le debe facilitar un documento dónde se describan las funciones de su puesto de trabajo, y, complementariamente a éste un documento de desempeño, en el que se valorará con carácter anual el cumplimiento de estas responsabilidades.
La modalidad por puntos
Un documento en el que se valore el desempeño debe ser a la vez fácil de diseñar para el gerente así como sencillo de interpretar por el trabajador (veterinario o auxiliar). Una opción es definir las funciones del puesto de trabajo de mayor a menor responsabilidad, y, ofrecer un sistema de puntos proporcional. Una vez definido el sistema de puntos, éste será fácilmente convertible en un valor monetario, dónde el punto de partida de la recompensa se fijará a partir de un valor exigible (hacer bien el trabajo es nuestra responsabilidad, pero hacerlo bien durante todo el año es un compromiso).
Haz un registro periódico del desempeño
De nada nos servirá todo lo anterior si no diseñamos un sistema de registro periódico del desempeño, por lo que además de crear el hábito de hacerlo tendrás que transmitirlo al empleado, de manera que comprenda lo cerca o alejado que se encuentra del objetivo marcado. Te recomendamos trabajes siempre el feedback positivo para tratar estos temas, en los que debes hacer predominar el intercambio de ideas entre las dos partes, lo que contribuirá a un mejor clima y tener un mayor interés en mejorar aquellas áreas de menor puntuación. Evitemos el feedback negativo porque de éste únicamente obtendremos opiniones estériles o críticas que no ayudarán a ninguno de nuestros objetivos.
Tanto si te estás planteando diseñar un sistema de incentivos para tu equipo o si ya tienes uno pero no te funciona, esperamos este artículo te haya servido para tener un enfoque distinto al respecto.